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'Suspiria'

  • Foto del escritor: Cristian López García
    Cristian López García
  • 19 dic 2018
  • 5 Min. de lectura

En el cine de terror - o como queráis llamarlo - es muy difícil innovar o encontrar una historia que atrape al espectador y que te haga decir: ¡Habrase visto semejante maravilla! Ésto no lo habíamos visto nunca en este género (típica conversación que tienes con tus amigos si vives en el siglo V).


Por lo tanto una idea muy utilizada es recurrir a los viejos clásicos de gran éxito y hacer un remake. Quiero dejar claro que seguramente los directores de cine no es que estén escasos de ideas o que piensen únicamente en el dinero, simplemente quieren hacernos evocar viejos recuerdos trayendo a la gran pantalla las semejantes basuras que han hecho hasta día de hoy como pueden ser Carrie (1976 vs 2013); Pesadilla en Elm Street (1984 vs 2010); Poltergeist (1982 vs 2015) - ¡Damn it, si es que aún me duele el dinero que perdí viendo esta última! - y un largo etcétera. De todos modos, me gustaría recordar que todo esto es bajo mi criterio, y lo mismo estáis pensando que qué digo, si el reciclaje que han hecho de X película está muy bien y supera a la original, como puede ser el caso de Piraña 3D. Pero qué me estáis contando, pero qué decís de pirañas. Fuera de aquí, ¡fuera!


Una vez que hemos limpiado 2 de 3 lectores que iban a leer esta entrada (siendo el restante yo), podemos continuar.


El mundo está lleno de gente maravillosa (si sigues pensando que Piraña en cualquier de sus facetas es buena, que te pires ya por favor, tú no eres de este planeta) y algunos remakes merecen la pena verlos y disfrutarlos, como el que nos trae Luca Guadagnino - director de la sonada película Call me by your name -.

Suspiria (1977 y 2018)

He de decir que para ver Suspiria (2018) hay que tener paciencia, porque todo está muy bien matizado y a lo mejor 152 minutos de cinta hace que en algunos tramos se te hagan largos, pero creo que todos y cada uno de ellos están justificados.


La película original cuenta con 101 minutos, por lo que si te apetece ver en alguna tarde las dos y compararlas, pues lo haces, si no te apetece, pues no. Qué vida tan sencilla os planteo, ¿es posible que debamos generar una religión en torno a mi ser? Cristianismo... suena bien.


En fin, disculpad mi tono jocoso de hoy, pero supongo que hace tanto tiempo que no escribo una crítica que la estoy pillando con ganas y todo lo que pasa por mi cabeza lo escrib... (acaba de llamarme mi familia para comer, ahora seguimos). Ya estoy por aquí. Muy buenas las lentejas, es mi plato favorito, ¿cuál es el vuestro? Disculpad, se acabó ya. Demos comienzo a la crítica.

Una joven bailarina de Ohio (EEUU), Sussie Bannion, viaja hasta Berlín para intentar ingresar en la prestigiosa escuela de danza dirigida por Madame Blanc, tras haber quedado una vacante disponible.


Mientras asiste a las clases de danza, pronto descubrirá que la escuela está impregnada de una oscura historia de brujería y muertes atroces.

Me atrevería a decir que entre la película dirigida en 1977 por Darío Argento y la actual hay más diferencias que similitudes, lo cual no lo considero un 'deshonor' a la ópera prima si no más bien un regalo que nos han dado como espectadores. Como consumidor de este género estoy bastante cansado de que los remakes se basen únicamente en reproducir las mismas historias añadiendo únicamente algunos efectos visuales que en el siglo pasado no gozaban.


Resumiendo brevemente la película original, una chica aspirante a bailarina ingresa en una escuela de baile (la cual se encuentra aislada y no en medio de la ciudad frente al muro característico de la ciudad germana como en esta re-elaboración) donde todo quiere girar en torno a un cuento de hadas teñido de colores cromáticos - primando el rojo - donde finalmente las brujas terminan por romper la inocencia de la protagonista, acompañado de escenas bastante violentas.


En este caso me parece muy acertado por Luca Guadagnino haber impuesto su propia marca y no dejarse llevar por los vivos colores que propuso Darío Argento, aunque parte de la escena final creo que fue un buen guiño a él.


Como historia, esta película se divide en 6 actos y un epílogo, centrándose más en cómo era Berlín al final de la década de los 70, por lo que los 50 minutos extra en comparación con la de 1977 están en gran parte rellenados con tintes históricos que no deben dejar indiferentes a nadie.


Además, en este película se trata uno de los temas que más controversia están generando en los últimos años (y con razón). El feminismo. Desde siempre las mujeres consideradas como 'brujas' han sido las que eran independientes, las abortistas, las que, por decirlo de alguna manera, no seguían las ideas impuestas por los hombres. Es por ello que siempre estamos acostumbrados a asociarlas con el mal, pero en esta película las brujas no son malas, únicamente me atrevería a decir que son mujeres libres y que, por desgracia y muy a mi pesar, las danzas de la película expresan muchas más cosas de las que yo soy capaz de entender.


He de decir que para mi gusto, la primera 'Suspiria' no merecía más de un 4/5 porque la historia me gustó, me pareció original y eso siempre lo valoro mucho, pero los efectos visuales y el colofón no fueron de mi agrado, por lo que no puede pasar del aprobado. Sin embargo, en esta nueva versión, tanto la historia como las interpretaciones me gustaron más de lo que esperaba. Sin embargo, creo que peca mucho de duración y solo las grandes películas son capaces de atraparte más de 2 horas sin darte cuenta.


Hay que agradecer a Guadagnino lo atrevido de muchas escenas, ya que vivimos en una sociedad con muchos límites y algunas de ellas pueden incluso hacerte apartar la vista. Desde mi punto de vista, le doy un generoso 9, que habría sido perfectamente un 10 si la película durara 20/30 minutos menos.

Hace bastante tiempo leí una crítica en FilmAffinity sobre la película de Nosferatu (1922) - ya os podéis imaginar la atención que prestaron un grupo de universitarios viendo una cinta en blanco y negro con efectos que hacen ahora mismo mis padres sin querer mientras intentan enviar un sticker por WhatsApp - en la que un usuario llamado 'Talibán' escribió lo siguiente:


"La sala se quedó en silencio. Juro que sucedió así. Después de hora y media de carcajada incontrolada, nadie pudo siquiera sonreír. En un ataque de inspiración, me volví y en la penumbra vi a todas esas personas que se habían corrido una juerga a costa del vampiro cabezón, las vi literalmente comiéndose la pantalla con los ojos. A la salida, volvieron las risas, los comentarios, todos se partían imitando al monstruo calvorota. Ya se acordaban, pero durante un instante -lo importante son los instantes- se habían emocionado. Eso es Cine."


Escena de danza (Suspiria 2018)

Según Google Translate, la palabra suspiria significa disnea. No creo que fuera casualidad que en la escena mostrada me quedara sin respiración.


Lo importante son los instantes.



 
 
 

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